"Un señor encuentra a un amigo y lo saluda, dándole la mano e inclinando un poco la cabeza.
Así es como cree que lo saluda, pero el saludo ya está inventado y este buen señor no hace más que calzar en el saludo.
Llueve. Un señor se refugia bajo una arcada. Casi nunca estos señores saben que acaban de resbalar por un tobogán prefabricado desde la primera lluvia y la primera arcada. Un húmedo tobogán de hojas marchitas.
Y los gestos del amor, ese dulce museo, esa galería de figuras de humo. Consuélese tu vanidad: la mano de Antonio buscó lo que busca tu mano, y ni aquélla ni la tuya buscaban nada que ya no hubiera sido encontrado desde la eternidad. Pero las cosas invisibles necesitan encarnarse, las ideas caen a la tierra como palomas muertas.
Lo verdaderamente nuevo da miedo o maravilla. Estas dos sensaciones igualmente cerca del estómago acompañan siempre la presencia de Prometeo; el resto es la comodidad, lo que siempre sale más o menos bien; los verbos activos contienen el repertorio completo.
Hamlet no duda: busca la solución auténtica y no las puertas de la casa o los caminos ya hechos -por más atajos y encrucijadas que propongan. Quiere la tangente que triza el misterio, la quinta hoja del trébol. Entre sí y no, qué infinita rosa de los vientos. Los príncipes de Dinamarca, esos halcones que eligen morirse de hambre antes de comer carne muerta.
Cuando los zapatos aprietan, buena señal. Algo cambia ahí, algo que nos muestra, que sordamente nos pone, nos plantea. Por eso los monstruos son tan populares y los diarios se extasían con los terneros bicéfalos. ¡Qué oportunidades, qué esbozo de un gran salto hacia lo otro!
Ahí viene López.
-¿Qué tal, López?
-¿Qué tal, che?
Y así es como creen que se saludan."
"Si la educación te parece cara, prueba con la ignorancia" (A. Einstein)
"Una sociedad con mayor conocimiento es menos vulnerable a discursos demagógicos" (Ana Isabel Elduque, Decana de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza)
"La educación es un arma de construcción masiva" (Marjane Satrapi)
Archive for 2012
La última
- Filed under: des-pedida
Els testimonis oculars diuen “quin salt, carai quin salt!"
Y que....
En els teus ulls il·luminatsja s’intueix la immensitat de tot un món al teu abast.La nit caurà, la nit caurà,la nit caurà i desplegaràs un somni dolç i atrotinat dels saltadors que salten salts.I fins demà, i fins demà,i, a fora, hi bufa un vent tan suau, i el saltador s’adormirà fent cara de res,
fent cara de salt.
http://www.flickr.com/photos/clspeace/ |
La última antes de la última
- Filed under: evaluacion
Partitura 001 from Quayola on Vimeo.
God of Small Things from elo | meno | pe on Vimeo.
Esto sí es un equipo de futbol
..............y no esos que empiezan a pelearse ¿hoy?
Vía Irati. Gràcies (de nou)
¿Manipulación mediática?
Una duda personal y un discurso para pensarse...
- Filed under: accion, cambio, ciudadania, reflexion
A través de unos compañeros (y amigos) me llegó hace unos días este vídeo
¡Vaya!...me voy directo a la página web (http://www.somosasi.org/) para conocer más de la campaña y me parece una buena iniciativa que proponeros en tutoría.
Las organizaciones que participan me parecen importantes, y mi interés por la iniciativa crece. Más aún después de ver este vídeo
Ya estoy convencido y me guardo toda la información para planteároslo en tutoría tras las sesiones dedicadas a la orientación, además las fechas coinciden genial.
Pero..................
En una segunda visita veo esto...el listado de patrocinadores
...y me pregunto si empresas como Endesa, El Corte Inglés, Inditex............o un banco como el Santander, son ejemplos de organizaciones que se basen en la aplicación de la filosofía e intenciones de esta campaña. Y ya dudo de si debo o no plantearla en clase.
Y como no me quito la duda, al final creo que lo mejor es comentarlo, que lo discutamos y que tomemos (entre todos) una decisión.
Y eso espero que podamos hacer.
La segunda cuestión, ese discurso que nos podríamos pensar
No quiero centrar un aspecto concreto y dejar de lado algo que puede resultaros interesante, así que lo dejo abierto a opiniones y consideraciones.
Y le agradecemos a Fernando el que nos haya puesto en la pista de este discurso.
Decreto del Gobierno Valenciano para la aplicación de los recortes en Educación
- Filed under: educacion, futuro, legislacion, recortes
La Nuestra
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Optativas para 2º Bachillerato (II)
- Filed under: optativas, orientacion
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La UPV convoca el Praktikum 2012
- Filed under: praktikum
Este campus está dirigido al alumnado de la modalidad de Ciencias y Tecnología que finalice 1º de Bachillerato con un expediente académico global de excelente......se entiende como un premio a los alumnos que han destacado por su expediente y trayectoria académica en sus estudios de 1º de Bachillerato, así como por el interés y la capacidad que hayan demostrado por la Ciencia y la Tecnología.
El debate de la 1: Ministro de Educación
En el "Debate de la 1" de ayer participó el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y respondió a algunas preguntas del grupo de periodistas que forman parte del programa.
Como la hora en que se emite el programa es un poco "complicada" y se tocaron temas importantes para el futuro inmediato del sistema educativo, dejamos en esta entrada el enlace al programa completo para que podáis consultarlo.
Associació d'Alumnes de l'IES L'Eliana
- Filed under: asaeliana
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Optativas para 2º Bachilerato (I)
- Filed under: 2bat, optativas, orientacion
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Sexto Concurso de Fotografía AMPA IES L'Eliana
Se ha convocado por parte del AMPA del IES, el sexto concurso fotográfico.
El lema de este año es "AMISTAD Y OCIO EN L'ELIANA"
En este enlace tenéis las bases del concurso.
La iniciativa y los premios son muy interesantes, así que..........................animaos y participad!!
Más información: orientación
- Filed under: orientacion
Vamos por partes.
1. Fotografía
Existe también el Grado en Fotografía y Creación Digital, que se imparte en la Universitat Politècnica de Catalunya. Relacionada también con la imagen está el Grado en Comunicación Audiovisual, que puedes encontrar en la Universitat Politècnica de València.
2. Grados varios relacionados con "seres vivos"
Grados relacionados con la Biología y que se imparten en Universidades de la Comunidad Valenciana: Biología, Biotecnología, Bioquímica, Ciencias Ambientales,(todas ellas impartidas en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universitat de València), Biotecnología, Ciencias Ambientales, Ciencia y Tecnología de los Alimentos (impartidas en la Universitat Politècnica de València), Ciencias del Mar (en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Alicante). Grados relacionados con "cuestiones cerebrales": Grado en Psicología (en la Universitat de València)
Convocatoria de "Campus Científicos"
- Filed under: 2012, cientifico, convocatoria. campus
El FECYT ha convocado el programa "Campus Científicos" para este año.
Este programa persigue
incentivar el acceso de los estudiantes a titulaciones científico-técnicas, apoyar la permanencia en el primer año de los estudios de Grado para consolidar las vocaciones en estos ámbitos, que los estudiantes conciban el conocimiento científico como un saber integrado que se estructura en distintas áreas científicas, así como su aplicación en la resolución de problemas en diversos campos de la investigación científica y de la innovación, transmitir a los estudiantes la experiencia científica directa, así como los valores, fundamentos y procesos metodológicos de la ciencia, conectar la vida no universitaria y la universitaria y potenciar la convivencia entre estudiantes de diferentes comunidades autónomas
Publicadas las convocatorias para las pruebas de acceso a ciclos
Como a algunos de vosotros os interesaba esta información, os dejo aquí algunos enlaces:
- Página web de la Conselleria d'Educació con toda la información relativa a las pruebas, incluyendo ejemplos de exámenes y orientaciones
- DOCV en el que se convocan las pruebas
Información sobre "medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo"
- Filed under: educacion, futuro, legislacion
Públicidad
- Filed under: consumo, decision, publicidad, sociedad
....o esto
En este documental se hace un repaso a cómo se hace publicidad. Se llama "La Publicidad al Descubierto"
Una entrada para días de vacaciones
- Filed under: irati, vacaciones, video, xavier
Irati nos envía un vídeo basado en un clásico, el discurso final de "El Gran Dictador" de Charles Chaplin.
Si no has visto esta película, está disponible en youtube, en esta lista de reproducción
Algo de información sobre plazos de matrícula
La Conselleria ha hecho públicos los plazos para la matricula en FP, ESO y Bachillerato para el próximo curso 2012-2013. Si continuáis el próximo año en el centro iréis recibiendo la información, y si estáis pensando en otras vías, estas fechas os pueden resultar útiles.
Tenéis la información en este enlace (y por si la queréis, la Resolución del director territorial de Educación, Formación y Trabajo de Valencia)
Acuerdos de la segunda evaluación
- Filed under: acuerdo, evaluacion
Ayer, en la hora de tutoría, comentamos los acuerdos a los que llegamos en la junta de evaluación.
Acordamos dos cuestiones:
- En primer lugar, dados los problemas que se han presentado a lo largo de la evaluación con las fechas de entregas de trabajos y fechas de exámenes, como norma, todo el profesorado del grupo mantendrá las fechas de entrega y exámenes que se establezcan. Esto no elimina la potestad de cualquier profesor de retrasar esa fecha de entrega si considera que se dan las circunstancias necesarias para ello.
- Para intentar evitar la acumulación de exámenes y trabajos, en este blog aparece un calendario público, compartido por el profesorado del grupo, en el que se recogen todas las fechas de entrega de trabajos y exámenes. De esta manera se facilita la planificación de alumnos y profesores.
Por último, recordar que para justificar la no asistencia a un examen es necesario un justificante médico.
Retomando el uso de las redes sociales
- Filed under: autoimagen, imagen, privacidad, red, responsabilidad, social, twitter, uso
Una parada....
....para coger fuerzas.
Salvo que la llevéis por otros caminos, la tutoría de este viernes viaja con libros voladores
y recreaciones de Frankenstein
Trabajo Cooperativo
- Filed under: cooperativo, trabajo, video
Dos vídeos que dan más de lo que parece
- Filed under: reflexion
Más material para la tutoría de mañana
Dos colaboraciones sobre astronomía
- Filed under: astronomia, tremedal, xavier
La primera. Nuevamente Tremedal (gracias!!) se asoma a nuestro (su) blog para avisarnos de que a lo largo de estas semanas se está produciendo una espectacular alineación entre Júpiter y Venus.
Por otro lado, Xavier nos pone los dientes largos con información sobre el IAYC..........¿que qué es? Pasate por el enlace :)
Más información sobre grados
- Filed under: ECTS, grado, informacion, master, veterinaria
Algunas dudas planteadas sobre algunos grados
- Filed under: astronomia, fisica, grados, ingenieria, medicina, orientacion
D. Dudas sobre FISIOTERAPIA
Tenéis la información relativa al grado de Fisioterapia en la web de la Universidad de Valencia, en concreto aquí. Y si queréis más información la encontraréis toda en el Colegio Oficial de Fisioterapia
Jornadas de Puertas Abiertas de la UPV
- Filed under: orientacion, universidad
La UPV realiza sus jornadas de puertas abiertas para alumnos y PADRES.
La historia del amante de Isabel
Sergio nos trae al blog una historia de Nacho Vegas.
El abrigo de Isabel1Ya te volveremos a llamar, me dice el tipo sin mirarme a los ojos. Creo que he oído esa frase decenas de veces en los últimos dos años. Salgo de la oficina y me voy caminando junto a las vías del tren hasta llegar a la parada de autobús. Voy palpando en el bolsillo del pantalón mi última paga. En el autobús vacío me desplomo en los asientos de la última fila. Me duelen todos los huesos. Son las ocho de la tarde y esta mañana comencé a las seis a trabajar en las vías. Si hubiera sabido que hoy iba a ser mi último día me hubiera sentado a fumar cigarrillos toda la jornada. Pienso esto y me siento ridículo por haberlo pensado. Después de todo, hace tiempo que la línea de ferrocarriles no funciona bien y se rumoreaba que acabaría cerrando. Me duelen los huesos, pero eso pasará. Vuelvo a palpar las cuarenta mil pesetas en mi bolsillo. Una noche volví a casa con menos de la mitad. Le dije a Isabel que me lo habían robado, pero lo cierto era que había estado bebiendo. Ella lo supo y se puso triste. No me dijo nada, pero habría tenido motivos para ponerse hecha una furia. Sólo se puso triste. Ahora vuelvo a casa con menos dinero cada vez que me pagan. Por miedo a que me lo roben o lo pierda, pero en realidad por miedo a bebérmelo.Esta es mi parada. Al pisar la calle voy pensando en la manera en que le voy a decir a Isabel que ya no tengo trabajo. Éste no es el mejor momento. Dentro de tres meses y medio, en Navidad, nacerá nuestro primer bebé.Subo las escaleras hasta nuestro piso y me detengo en el rellano. Pego la oreja a la puerta. Isabel está tocando el violín. Toca una pieza que nunca había escuchado. Es triste pero bonita. Me quedo con la cara allí pegada y los ojos cerrados, escuchando.Isabel toca muy bien. Toca como los ángeles. Yo no sé una palabra de música, pero puedo pasarme horas escuchándola. Tiene un violín viejo, y lo hace sonar de un modo dulce y amargo a un tiempo. Como el lamento de un hada, es lo que yo siempre digo. Ella dice que el instrumento no es muy bueno, pero yo creo que debe valer su buen dinero. Hubo una época, en los momentos más difíciles, cuando yo más bebía, en que estuve tentado varias veces de venderlo. Doy gracias a Dios por no haberme permitido hacer algo tan miserable. Además, Isabel solía ganar algo de dinero tocando en la calle. Se ponía en el muelle, o en las calles peatonales del centro, y siempre se formaba un grupo de gente a su alrededor que acababa depositando unas monedas en el estuche abierto del violín. Pero no ha vuelto a salir desde que está embarazada. Necesita descansar. También necesitamos dinero, y no pocas veces se empeña en volver a tocar en la calle. Yo sé que tratándose de una mujer en estado la gente echaría más dinero, pero no puedo permitir que lo haga. En una ocasión dos policías dispersaron a la gente y obligaron a Isabel a dejar de tocar y largarse. Había estado tocando durante dos horas sin parar y ellos la insultaron y se llevaron todo el dinero que había conseguido. Cuando me lo contó monté en cólera. Hubiera matado con mis propias manos a esos hijos de puta.Cuando dejo de escuchar el violín entro en casa. Isabel me mira y sonríe. Su cara es blanca y pequeña, y el dibujo que en ella trazan sus labios rosados me inspira una seguridad que no encontraría en ningún otro rincón del planeta. Hablamos de nuestra situación durante la cena. Al oírla me siento mucho mejor. Ella dice que las cosas cambiarán y yo la creo. Después escuchamos algo de música en la radio. Música clásica, de la que le gusta a Isabel. Yo la rodeo con el brazo y permanecemos así mientras termina el día, y con él todas las cosas ocurridas.2Hace un par de años solía hacer kilómetros y kilómetros a diario en mi furgoneta. Repartía comestibles a los pequeños comercios, no sólo de la ciudad sino también de los términos municipales cercanos. Aquello se terminó la tarde misma del accidente. No fue gran cosa, quedé empotrado contra el quita-miedos de la carretera y llevé un collarín durante algunas semanas. Pero había bebido, así que perdí el empleo y me retiraron el carné. La parte delantera de la furgoneta, además, había quedado hecha un acordeón. La grúa me la llevó hasta un aparcamiento improvisado en un solar cercano a nuestro piso. Llevan años anunciando la construcción inminente de una residencia o algo por el estilo allí. Llamé al desguace, donde calculé que me darían diez o doce mil pesetas por la furgoneta. Que estaba demasiado lejos, dijeron. Que no les merecía la pena ir a buscarle, pero que si me las arreglaba para llevarla yo hasta allí me darían algo por ella. Nunca encontré a nadie que me remolcara la furgoneta y, bueno, ahora puedo decir que me alegro de ello. Llevábamos un retraso de cinco meses en el alquiler de nuestro piso y la casera acaba de alquilárselo a alguien. No la puedo culpar por ello. Hace un par de semanas Isabel y yo nos vimos obligados a instalarnos en la furgoneta. Y no se está tan mal, pueden creerlo. El dueño del bar que está pegado al que fuera nuestro portal nos deja utilizar los aseos. Ese es un buen hombre. Varias veces le he pedido trabajo, aunque sé que a él le pone muy incómodo tener que decirme que no. Que ya verá, que cuando vengan mejores tiempos... De todos modos es un buen hombre.La furgoneta no es un lujo, pero con un par de colchones casi se puede decir que resulta un lugar cómodo. Siempre me gustó que la parte destinada a la carga fuera amplia. En realidad, lo único que verdaderamente me preocupa es el frío. El invierno estará muy pronto aquí, y nuestro hijo con él. El frío y la humedad no pueden ser buenos para Isabel ni para el crío. Pienso que deberíamos marcharnos al sur y probar suerte en el campo, donde dicen que abunda el trabajo. Pero Isabel no está en condiciones de viajar, no en su estado. En cuanto nazca el niño nos largaremos, ya lo hemos planeado. Dejaremos esto y comenzaremos una nueva vida. Nueva y mejor.Hemos empezado a acusar el frío, e Isabel no se encuentra bien. Estos días ni siquiera tiene fuerzas para tocar el violín. A base de pequeños trabajos consigo comida para cada día, pero la ropa de abrigo que tenemos es escasa. Apenas un par de jerséis, mantas y una bufanda.La empresa de contratación eventual me ha enviado hoy a un lugar por un trabajo para un desguace, moviendo chatarra de un lugar a otro. Creo que es el mismo sitio donde no quisieron mi furgoneta. Diez mil por jornada, me dicen, y a mí me parece bien. Llego a unas oficinas de las que veo salir a unos cincuenta o sesenta tipos como yo. No se hablan. Uno detrás de otro, mirándose a los zapatos. En sus rostros se adivinan el cansancio y la amargura. Me pongo al final de la cola.Pasan unas tres o cuatro horas hasta que llega mi turno. El tipo del mostrador es joven y va bien vestido. Me pregunta el nombre, comienza cansinamente a rebuscar entre varios papeles y me dice que no tienen mi ficha. Yo le digo que es imposible, que la empresa ha tenido que enviarla.Tendrá que hacerse una ficha, jefe; me dice. Odio que me llamen “jefe”, especialmente en estas circunstancias. Me dice que tengo que volver a guardar cola y sonríe como si todo esto tuviera la menor gracia. Vuelvo a ponerme a la cola. Ahora hay más gente que antes. Tardo cinco horas y ya es de noche, Me emplazan para el día siguiente a las siete.Yo y otros cinco tipos más nos dedicamos a ir de un lugar para otro en un camión que vamos cargando con chatarra, viejos coches siniestrados en su mayoría. Algunos tienen sangre en los asientos delanteros. Me pongo a recordar los tiempos de borracheras, y pienso que esa sangre podía haber sido la mía. Trabajamos hasta que se pone el sol, y al finalizar se me acerca un tipo joven y con buena pinta, parecido al de la oficina, que viste una camiseta de una marca de ginebra. Me da cuatro mil pesetas. Creo que si me quedaran fuerzas me echaría a llorar. El tipo me tiende un recibí y me dice: écheme una firma, jefe. No, tío, ya he tragado suficiente mierda, le digo.Isabel tiene algo de fiebre. Creía que se trataba sólo de un resfriado pero me temo que ha cogido la gripe. He ido a comprarle medicamentos. También necesita ropa de abrigo con urgencia. Me voy a dar una vuelta por la zona del centro comercial. Entro en el hipermercado y compro naranjas para Isabel. Luego merodeo por las tiendas de ropa que están fuera. En todas hay chicas que no deben de tener más de veintitrés años empleadas como dependientas. Van muy arregladas, con liguera y maquillaje. Me decido. Entro con paso rápido, escojo un abrigo de fieltro negro. No es muy caro aunque es demasiado para mí. Pero abriga y a Isabel le iría muy bien. Hago como que me lo pruebo y con él puesto echo a correr con todas mis fuerzas. Corro como si me llevara el diablo, poniendo toda mi alma en ello. Y cuando estoy a dos metros de la puerta del centro comercial algo duro me golpea en la nuca. Un dolor intenso estalla en mi cabeza. Un flash cegador y siento como si me desparramara por dentro.3Cuando recobro el conocimiento me encuentro en una celda de apenas cuatro pasos de largo por dos de fondo. No sé cuánto tiempo llevo aquí pero pasan al menos seis horas hasta que aparece aquel policía. Me lleva hasta un teléfono y me dice que puedo hacer una llamada, pero lo cierto es que no tengo nadie a quien llamar. Mi único hermano murió en Madrid hace algún tiempo. No hay nadie. El policía se ríe como si todo esto fuera un juego para él. Necesito ir al retrete con urgencia. Él me lleva y tengo que hacerlo todo con él enfrente, mirándome y riéndose. De repente me fijo en que no tiene mano derecha. En su lugar luce un gancho de hierro. Veo que el manojo de llaves está en el lado derecho del cinturón, y me pregunto cómo me habrá abierto la celda. Él me ve mirar fijamente a su gancho y me dice: ¿te gusta mi mano, mamón?, y luego: ¿quieres probarla a base de bien?, y con la mano izquierda me agarra del pelo y me echa la cabeza hacia atrás, para después introducir la punta del gancho en uno de los orificios de mi nariz y tirar violentamente de él hasta que, con un dolor inmenso, siento cómo se desgarra la aleta y la sangre comienza a brotar. El tipo me vuelve a encerrar y me deja allí con sólo un rollo de papel higiénico con el que apenas puedo detener la hemorragia. Para evitar que el dolor se apodere de mí totalmente trato de pensar en Isabel, pero me tortura el hecho de no saber cómo están ella y nuestro bebé.Al cabo de unos días me sacan de allí. No volví a atreverme a mirar el gancho de aquel tipo pero por el sonido de metales rozándose puedo adivinar que de alguna forma abre la celda valiéndose de su dedo de hierro. Cuando me ponen en la calle las fuerzas me flaquean pero echo a correr como un poseso. Dios mío, ojalá no le haya pasado nada a Isabel.4Cuando llego a la furgoneta me encuentro a Isabel pálida y tiritando. Al verme rompe a llorar pero sé que se alegra de verme. Alguien le ha robado su violín una noche en que salió a buscarme, y yo me siento culpable por ello. Por suerte el poco dinero que tenemos lo escondemos debajo de uno de los asientos y no pudieron encontrarlo. Me quito mi chaqueta tejana y mi camisa de algodón y trato de abrigar a Isabel. Le consigo más medicamentos, agua y algo de comer. Yo trato de mantenerme en calor bebiendo pequeños sorbos de vodka. Isabel siente unos dolores y creemos que no tardará mucho en dar a luz. Cuando anochece ya no tirita y noto que le ha vuelto el color a las mejillas. Presiento que en unos días se pondrá bien del todo. Doy gracias a Dios, me abrazo a ella para que no coja frío y nos dormimos.Esta mañana por fin brillaba un poco el sol y la temperatura era tolerable, peto la recordaré como la peor de mi vida. Isabel no se despertó, ni siquiera pudo intentarlo. Tan sólo una débil tos y se fue directa al Cielo, con nuestro hijo a salvo dentro de su vientre. Yo lloro y maldigo. Chillo como sólo lo hacen los hombres desesperados y los torturados, con el acento inconfundible de la verdad. Rezo por Isabel y por nuestro niño. Al menos, pienso, no podrá acabar como yo.Cojo el dinero que me queda y la botella de vodka. Con Isabel en mis brazos abandono la furgoneta de una vez por todas. La gente nos mira a nuestro paso. Hombres jóvenes con sus novias jóvenes y guapas. Hombres canijos y envejecidos con sus mujeres enormes. Ellos, todos ellos. Nos miran y nos juzgan y luego se compadecen. Pero ninguno de ellos tiene la menor idea de lo que es el amor. Dios, yo sí sé lo que es el amor.Camino durante hora y media con Isabel y nuestro bebé en mis brazos y una carretera comarcal me lleva hasta una zona de fincas. En el prado de una de ellas dejo a Isabel, tendida sobre la hierba. La mañana sigue siendo agradable y su cuerpo se ve precioso al sol. Allí sé que alguien la encontrará. Me despido con un beso. Aún no estás fría. Creo que me iré al sur, Isabel. Las cosas me irán bien y tú lo verás todo desde ahí arriba.5Sé que Isabel tiene que estar mejor. Al menos no puede ser peor que esto, no para Isabel, ella no lo merecía. Muchas veces pienso en que debiera haberme ido con ella pero carezco del valor suficiente. Probablemente Isabel tampoco se merecía a alguien como yo. Su único pecado fue darle a la vida más de lo que obtuvo a cambio. Me mortifica pensar en aquel abrigo por el que me encerraron. Si me hubiera hecho con él estoy seguro de que Isabel habría entrado en calor, no hubiera enfermado y nuestro hijo habría nacido. Dios, si al menos no hubiera cometido la torpeza de intentar robarlo podría haberla cuidado durante aquellos días en que estuvo prácticamente a la intemperie. Ni siquiera le hubieran robado su violín. Ahora sólo espero que Isabel me sepa perdonar, allá donde esté.Las cosas en el sur son muy distintas pero no dejo que me vaya mal. El trabajo en el campo es duro y procuro que mis pensamientos me mantengan ocupado hasta el final del día. Ahora lo veo todo con más claridad y sé que hay una deuda que tengo pendiente. Las noches aquí son claras y despejadas. Cuando miro al cielo y veo una estrella, pienso que es Isabel que me observa, y pienso también en que no tardaremos en encontrarnos.EPÍLOGOEl diario que precede a estas notas finales pertenece a un manuscrito anónimo que el que ahora les habla compró en un rastrillo de un pequeño pueblo blanco del sur por unas pocas pesetas, allá por 1994. La mujer que me lo vendió me aseguró que ella lo había obtenido comprándoselo a su vez a un hombre ciego, cuya piel estaba casi en su totalidad recubierta por un vendaje bajo el que parecían supurar decenas de llagas. A ella le llamó la atención el precioso encuadernado —un hilo grueso y púrpura unía las páginas, y las tapas de cartón estaban forradas con un tejido suave y extraño al tacto, diríase que se trataba de piel humana—, pero me confesó que al ser la letra difícilmente legible y ver que no se vendía, estuvo a punto de quemarlo.He procurado transcribir la historia tal y como estaba escrita, haciendo únicamente alguna corrección sin otra intención que la de facilitar el buen entendimiento del texto. Descifrar lo que en esas páginas estaba escrito fue una tarea ardua, pues por momentos la letra se volvía prácticamente indescifrable, mostrando un trazo tembloroso que adivinaba lo doloroso del momento de su escritura.El punto en el que la historia original acaba no es, como habrán adivinado algunos, aquel en el que nos hemos detenido. Ocurre que la de por sí difícil transcripción del diario manuscrito tórnase imposible a partir de ahí. Unas manchas oscuras —acaso sangre—, caprichosas por los extraños trazos que dibujan sobre las hojas, salpican el texto ocultando fatalmente las palabras escritas.Esto, por supuesto, no hizo sino aumentar mi curiosidad acerca del contenido de las restantes páginas, y tal curiosidad acabó deviniendo en obsesión. Tanto es así, que los últimos siete años de mi vida los he consagrado a la búsqueda de testimonios, de un lado a otro de la península, que pudieran arrojar alguna luz sobre el destino de este hombre anónimo, enamorado y maltratado obscenamente por la vida.He de reconocer que la gran mayoría de mis intentos fueron infructuosos y casi me conducen al desánimo absoluto. Mis esperanzas por encontrar a aquel hombre con vida —pues tal era mi fijación, a pesar de saber en mi fuero interno de mis escasas probabilidades de éxito— crecieron cuando un hombre sureño me aseguró haberle dado trabajo a alguien que podía tratarse del Amante de Isabel, que un buen día desapareció y que se rumoreaba que se había dirigido a la costa portuguesa. Y así transcurrieron para mí los años, haciendo caso a cualquiera que quisiera escucharme, siguiendo falsas pistas, caminando en círculo, del sur a Portugal, de Portugal a Levante, de Levante al sur otra vez, de allí al norte, del norte al centro... Todo sin ningún resultado palpable.Al final de mi periplo, una luz fue arrojada sobre este asunto, cuando ya la desilusión comenzaba a ser para mí un modo de vida. Ocurrió en la costa cantábrica, el lugar donde es más probable que la mayor parte de las páginas de este diado fueran escritas. Allí, en la ciudad portuaria de Norteña, me topé con un joven y apenas conocido músico, de nombre Nacho Vegas, que aseguraba haber oído la historia del Amante de Isabel. Según él, durante la década de los 90, circuló en forma de romance cantado que se podía escuchar en oscuros tugurios de las principales urbes del norte, donde músicos de rock la incluían en repertorios en los que sentimientos ocultos en algún oscuro compartimento del alma humana eran vomitados frente a una audiencia generalmente escasa pero siempre atenta. Muchas eran las versiones que Vegas había conocido y muchas las variantes del final que tantos quebraderos de cabeza me había causado en los últimos años, y que seguía ignorando. Él mismo se había hecho eco de una historia que a él también le había sobrecogido, escribiendo una canción que, acompañado sólo de una guitarra española, tuvo a bien tocar para mí —era la primera vez que la compartía con alguien—. Mi asombro fue grande cuando comprobé que las notas del diario que yo conocía estaban reflejadas de una manera sorprendentemente fiel en la canción que escuché interpretar a Vegas, incluyendo un trágico desenlace. Aquello me hizo pensar que debían circular copias del manuscrito con el que yo hace siete años me topara. Quisiera pues acabar esta crónica con la letra de la canción, deseando que la puedan escuchar algún día musicalizada para poder apreciarla en su totalidad.Me dicen: Ya te volveremos a llamar,pero no lo harán; lo sé muy bien.Estoy en la calle y sólo puedo pensaren la manera de decírselo a Isabel.Tras la puerta escucho cómo toca en su violínalgo triste y yo no sé qué vamos a hacer.No es un buen momento, porque en Navidadnacerá nuestro primer bebé.Conozco mi suerte demasiado bienpero al oír su voz me siento algo mejor.Ella dice que las cosas cambiarán.Yo la abrazo y permanezco así, y así se esconde el sol.En este viejo coche no se está tan mal;llevo aquí desde hace un mes con Isabel.Pero el invierno muy pronto llegaráy nuestro hijo con él.Ya no cobro el paro; Isabel no toca su violín.Hace frío y ella no se encuentra bien.He visto un abrigo en el centro comercial.No tengo dinero pero me he de hacer con él,así que robaré para ella, robaré para Isabel.Lo hago y trato de escapar pero alguien por detrásme golpea y me he debido desmayarpues despierto en una celda gris y no consigo recordar.Llevo dos semanas sin saber de Isabel.Me dan cuatro hostias y me dejan libre al fin.Vuelvo al viejo coche y me la encuentro tiritando;está enferma y alguien le ha robado su violín.Me desnudo y con mis ropas la trato de abrigar;yo manténgome en calor con un poco de alcohol.Le consigo agua y algo de comer.En unos días se pondrá mejor, lo sé.Pero esta mañana cuando al fin brillaba el solIsabel no despertó; siquiera lo intentó.Se me fue con nuestro hijo en su interior;al menos no podrá acabar igual que yo.Isabel se fue a un lugar mejor;yo no tuve el valor para ir detrás.Con aquel abrigo habría entrado en calor,sólo espero que me sepa perdonar.Pero fue mi culpa, y por ella pagaré...¡Hoy estoy en deuda!Al fin lo veo claro; ahora sécuál es mi misión aquí:tengo una navaja; esta misma noche haréun abrigo con mi piel, pondrá Isabel en él.Queda algo de vodka; aliviará el dolor.Si comienzo pronto podría acabar al amanecer.